jueves, 18 de noviembre de 2010

Empatía . !



Comunicación Empática


Comunicarse adecuadamente no es una tarea sencilla. Es necesario ser activo, y permanecer centrado en el contenido y sin distraerse en la manera en que se exprese. Se escucha ante todo, con toda la persona. Se escucha haciendo silencio dentro de sí, evitando dejarse llevar por los prejuicios, evitando distracciones y estando atentos a lo que complemente el lenguaje hablado. La escucha empática implica interesarse realmente por los problemas de la otra persona y actuar de caja de resonancia sin intentar resolver dichos problemas.

La mayor parte de las personas no escuchan con la intención de comprender, sino para contestar. Están hablando o preparándose para hablar. Están llenas de sus propias razones. Las conversaciones son monólogos colectivos y nunca se busca comprender realmente lo que está sucediendo dentro de otro ser humano.

La escucha empática entra en el marco de referencia de la otra persona. Ve las cosas a través de ese marco, ve el mundo como lo ve esa persona, comprende lo que siente. Empatía no es simpatía. La simpatía es una forma de acuerdo, una forma de juicio. Y a veces es la emoción y la respuesta más apropiada. Pero a menudo la gente se nutre, se alimenta con la simpatía, lo cual la hace dependiente. La esencia de la escucha empática no consiste en estar de acuerdo; consiste en comprender profunda y completamente a la otra persona, tanto emocional como intelectualmente.

Cuando se practica la escucha empática, se disminuyen los errores de comunicación, la tergiversación y el chisme, pues se trabaja con respeto e interés por la dignidad humana, evitando la morbosidad y otras formas perjudiciales de manejo de la información, en especial en el entorno laboral.

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